Pero se dió cuenta de que eran castillos de arena expuestos al oleaje del mar y a las pisadas de los desaprensivos que circulan por ahí a sus anchas. Así que desistió de esta idea y se tumbó plácidamente sobre la arena a la espera de otro momento mejor
Pero se dió cuenta de que eran castillos de arena expuestos al oleaje del mar y a las pisadas de los desaprensivos que circulan por ahí a sus anchas.
ResponderEliminarAsí que desistió de esta idea y se tumbó plácidamente sobre la arena a la espera de otro momento mejor